REVOLUCIÓN DE JESÚS EN EL CONCEPTO DEL MATRIMONIO

 

1.   Es el primer pensador, profeta… en rechazar el divorcio. “Moisés escribió esta ley porque ustedes son duros de corazón. Pero la Biblia dice que al principio, al crearlos, Dios los hizo hombre y mujer. Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre para unirse con su esposa y serán los dos uno solo. De manera que ya no son dos, sino uno solo. Pues bien, lo que Dios unió, que el hombre no lo separe” Mc, 10, 5-9.

2.   Jesús trajo el mandamiento nuevo de “amarse como yo los he amado”, fortaleciendo lo que rescataba del Levítico, “amar al prójimo como a sí mismo”.

3.   Ese “como” aparecerá con mucha frecuencia en Juan: “Como el Padre me amó, yo también los he amado. Permanezcan en mi amor. Si guardan mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Este es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros como yo los he amado”. Jn, 15

“Como nosotros somos uno, yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectamente uno” Jn, 17, 21-23 El amor de los discípulos entre sí debe ser como el amor del Hijo a los discípulos y el nos ama como el Padre lo ama a él.

4.   Esto nos indica el gran valor que tiene ese único amor que es “todo para vos, siempre vos y solo vos”.

5.   Como Pastoral de la Esperanza descubrimos cuál es entonces nuestro accidente, nuestra carencia en la vida del amor. Y eso mismo nos conduce, en primer lugar, a un confiar como niños en la comprensión infinita del Padre y luego a valorar el matrimonio sacramentado y nuestro actual matrimonio. Quizás, al divorciarnos, no teníamos tan claro que yo era Jesús y que debía amar como él, buscando todos los caminos y sobrellevando y trabajando todas las dificultades. No podemos quedarnos en los efectos del accidente. Debemos construir sobre el nuevo cimiento que nos da Jesús a través de la PE

 

PA

Tupãrenda, 21.11.09