Queridos colaboradores de schoenstatt.org, compañeros y amigos:

En medio de dos días 18 les quiero enviar hoy unos “saludos de alianza” especiales. A principio de mes estuvimos celebrando juntos la migración de la página de Schoenstatt.de a la nueva Schoenstatt.org, en un formato más internacional y ahora más que nunca al servicio de la Familia de Schoenstatt Internacional. Nos llenó de alegría y de un compromiso renovado, poniendo todo nuestro trabajo y todas nuestras noticias y experiencias en tantos lugares del mundo al servicio de la preparación al 2014, que esperamos como un momento de gracias y de una refundación profunda de Schoenstatt en el espíritu misionero y plasmador del inicio, para regalar al mundo lo que el Padre Kentenich quiso brindar.

En mis últimos saludos, enviados el 18 de mayo, escribí: “Nos unimos en torno al Santuario Original para renovar nuestra Alianza de Amor, diciéndole a la Mater: Tu alianza, nuestra misión. Nuestra misión que tenemos que cumplir, que queremos anunciar, que más que nada queremos vivir en la alegría y en el dolor, en el Santuario y en el “Dachau” que nos toca vivir y que nos llama a transformarlo en tierra de alianza…”. A la misma hora del envío de estos saludos, se enviaba una noticia por parte de la comunidad de las Hermanas de María, que desde entonces ya ha llegado a muchos de ustedes y que ha conmovido a muchos. Quise comunicársela a ustedes personalmente, pero no llegué a enviarles un mail a cada uno … por eso lo hago a través de estos “Saludos de Alianza” que ya hace 10 años nos vinculan al Santuario Original y entre nosotros.

Con el plazo del 30 de junio, el Instituto de las Hermanas de María me ha retirado de todas mis tareas en la página Schoenstatt.org, en las tareas de prensa y comunicación y del Team 2014.

Es una decisión muy pero muy dura para mí, como todos se pueden imaginar. Esta tarea que tuve la alegría y la gracia de llevar acabo hace 10 años es la misión de mi vida, que nunca sentí como algo que me llenaba de trabajo o que me iba a cansar, sino que me permitió experimentar lo más auténtico, lo más puro, lo más vivo, lo más misionero de nuestro Schoenstatt, del Schoenstatt del Padre, de la Alianza de Amor en sus miles y miles de maneras de ser vivida según el carisma e ideal personal de cada uno de ustedes, según las necesidades de sus lugares, regiones, países, y más que nada, de los hombres que necesitan nuestras palabras, nuestro cariño, nuestra manera de ser, nuestro trabajo, nuestra esperanza, nuestra fe y, desde nuestro santuario de corazón, las gracias del Santuario. Sentí que con cada historia compartida por ustedes y que pasó por mi corazón – ¡sí, cada una! -, nuestro Schoenstatt creció en riqueza, en fuerza, en belleza. Dios escribe la historia de alianza con los hombres; la Mater escribe la historia de la Alianza de Amor con nuestras historias de vida, y me siento feliz de que una parte, creo que una gran parte, de esta historia de alianza se encuentra en nuestro Schoenstatt.org, al alcance de todos, para siempre – y hasta siempre, porque continúa.

La decisión tomada por las Hermanas es una decisión definitiva, por lo cual no es momento de intentar buscar soluciones para evitarlo, sino, de mi parte, es momento de agradecer, y para todos nosotros de seguir adelante con lo que ahora es aún más nuestra misión de vida, nuestra página y nuestro Schoenstatt, hecho de vínculos personales que nunca se rompan, aunque cuando cambien las formas externas.

Es una decisión que afecta a muchos –desde el Team 2014 y sus grupos de trabajo hasta los misioneros más sencillos que se preguntan quién se va a interesar ahora en lo que quieren compartir; afecta a toda esta maravillosa red de colaboradores que está basada en vínculos personales. Siento el dolor que se expresa en tantos llamados y mails… sólo puedo llevarlo al Santuario. Tengo que admitir que la ola de solidaridad y de oración, los cientos de llamados y mails que recibí, las misas, rosarios y adoraciones ofrecidas por mí casi me vencen… Mil, pero mil gracias por todo esto. Pido a la Mater y al Padre Kentenich que les devuelvan todo esto a cada uno de ustedes, que sufren con este cambio, esta ruptura (exterior) de vínculos, y a todos aquellos que ahora se arremangan para llevar adelante lo que juntos construimos a lo largo de tantos años, en colaboración solidaria, alegre y libre.

Estos días se publicará en Schoenstatt.org, en detalle, cómo sigue todo. Mi tarea comunicacional en el Team 2014 la asume el mismo P. José María García, la elaboración de un concepto de comunicación 2014 y la búsqueda de un equipo para la Oficina de Comunicación Internacional 2014 está en plena marcha, y, para ustedes, lo más importante: la responsabilidad institucional de www.schoenstatt.org la asume también el P. José María García, mientras que mi tarea como editora ejecutiva la asume Monina Crivelli (monina@schoenstatt.org) que tiene toda mi confianza, que ha colaborado desde los comienzos con la página y a la cual le debemos que Latinoamérica haya asumido la página internacional … Ella trajo, en 2001, hace casi 10 años, la Tercera Auxiliar Internacional, entregada a ella por el P. Esteban Uriburu, a la oficina de prensa, para que ella, como Reina de la nueva evangelización de América y de todo el mundo, obrará como gran misionera a través de Schoenstatt.org… Con esta Auxiliar- que al cumplir su tarea aquí ya retorna a Argentina -, junto con el P. Esteban Uriburu y otros muchos hermanos más que desde el Schoenstatt Celestial interceden por nosotros, y con nuestro compromiso, seguimos adelante, llenando la página de historias de alianza, visitando la página y propagándola, ¡llevando así a Schoenstatt hasta las confines del mundo!

Cando comencé mi tarea aquí, empecé a redactar mi “cuaderno de nombres”, anotando, casi día a día, los nombres de aquellos que me enviaron mails y notas… Muchas veces, y ahora en estas semanas cada día, he meditado en el Santuario Original sobre estos cuadernos (ya son varios). Cada uno de los nombres de estos cuadernos está escrito también en mi corazón. Así, nos mantenemos vinculados. Me encuentro con todos ustedes en mi corazón. Y – parafraseando al Padre -, quien me busque, me encontrará en el Santuario, en el corazón del Padre, al igual que en la página, que es un santuario de vinculación internacional de nuestro Schoenstatt…

El 18 de junio les enviaré los últimos Saludos de Alianza desde el Santuario Original. Pero, gracias a una idea estupenda de Monina, los Saludos no mueren. Podemos hacer que cada uno asuma un 18 en su lugar y lo comparta, desde la red de Santuarios y ermitas: así vemos cómo lo viven en cada lugar, vamos conociendo los Santuarios, la gente, cómo vive cada uno el 18, y esto lo aportamos al Santuario Original –es una forma de la corriente de retorno, y depende de todos nosotros! ¿Que les parece?

Mi gran pedido es que le regalen a Monina la misma confianza que me regalaron a mí, que sigan enviando artículos como siempre y aun más, que visiten la página todavía más que antes, para que todo eso sea una muestra del excelente trabajo que cumplimos como misión del Padre para nuestros tiempos, en el espíritu del 31 de mayo.

Unidos por siempre,

Hna. Kornelia (mkf@schoenstatt.org)

¡Viva www.schoenstatt.org!