Aquí estoy!!!
Testimonio de la Toma de Túnico de Sión...
Como miembro de la familia de Schoenstatt, todas las veces que puede participé de las Tomas de Túnica de los novicios en Tupãrenda; siempre me emocionaba hasta las lágrimas ver a esos jóvenes héroes de nuestro tiempo dando su sí al Señor, iniciando así formalmente el camino hacia el sacerdocio, revistiéndose de Cristo con la Túnica blanca y el cíngulo, que representan la pureza de María, la obediencia y la pobreza. Siempre recé mucho por las vocaciones sacerdotales y religiosas, pero a decir verdad, nunca recé concretamente por la vocación de mis hijos a la vida consagrada, aunque sí, siempre los he consagrado a la Mater y a Dios.
"La vocación de este ejercito de Dios en pie de batalla..."
El pasado sábado 14 de julio, me ha tocado vivir esta hermosa y emocionante celebración Eucarística de la Toma de Túnica, desde mi ser madre de uno de estos 19 valientes muchachos, que al ser llamados por sus nombres por el celebrante, P.Mariano, dando un paso al frente, con voz fuerte, firme, alegre y decida respondieron: ¡Aquí estoy! Verlos llegar a estos jóvenes con pasos firmes y decididos, con sus rostros irradiando una serena y contagiante alegría y al mismo tiempo profundamente recogidos en oración, conmovió mi alma, sintiendo inmensamente la presencia de Dios en cada uno de ellos.
La vocación de este ejercito de Dios en pie de batalla, que ha respondido ¡Aquí estoy! dando su Sí, como María, no se puede explicar desde la razón, porque es un milagro que nace en el corazón, es una gracia de Dios y solamente desde el amor podremos comprenderlo. Son los locos de nuestro tiempo, locos que habiendo escuchado el llamado del Señor lo dejan todo por amor a Él, se desprenden de lo que a los ojos del mundo realmente VALE, para poseer lo que ellos por la gracia de Dios han descubierto tiene valor supremo, sentir el inmenso amor de Dios, el amor a Dios y a los hermanos. El sí que hoy ellos han dado, nos confronta y compromete a dar, al igual que ellos, el Sí que a cada uno de nosotros nos corresponde, luchando con todas nuestras fuerzas con alegría, libertad y magnanimidad por ser cada día más fieles a la vocación a la que Dios nos ha llamado o nos llamará, unos a la vida consagrada o religiosa, otros al matrimonio y la familia.
"Nuestros hijos, serán nuestros Padres..."
Como poner en palabras lo que significa el ver a ese hijo a quien tuvimos el privilegio y la bendición de amar, acompañar y educar durante 20 maravillosos años, dando ahora ese sí… “Aquí estoy!” que constituye apenas un primer paso en este hermoso, audaz, difícil y largo camino al sacerdocio. Verlo a él, junto a sus hermanos novicios, cada uno radiante de alegría, profundamente recogidos en oración, sin que los multiples flashes de las cámaras que querían captar, retratar y guardar para siempre ese sublime momento, los haya podido sacar de ese estado profundo de unión con el Señor en oración y entrega al Él. De corazón y siendo un poco portavoz de cada mamá, papá y hermano de estos guerreros de Dios, solo puedo decir como aquella canción “…las palabras ya ves jamás alcanzan, cuando lo que hay que decir desborda el alma…” no obstante decirles a estos queridos soldados de la paz, hoy NUESTROS HIJOS, mañana, si es la voluntad de Dios, serán NUESTROS PADRES, los amamos profundamente, admiramos su valor y entrega total para descubrir, seguir y confirmar este llamado al sacerdocio que sintieron en su corazón de parte del Señor, con su sí heroico y alegre. La Mater les ha regalado un gran Padre y Maestro en el P. Bernardo y a él agradecemos profundamente toda su cercanía, entrega y paternidad para con cada uno de ustedes y también para con nosotros. Como dice parte de la hermosa canción que nos regalaron una vez revestidos con su túnica, “… vivir la unidad para amar…” Los vemos recorrer este camino, construyendo una profunda unión como hermanos, unidos en Cristo, como una familia alegre y fraternal. Rezamos para que Jesús sea siempre la fuente donde descansen y se vuelvan para retomar fuerzas cuando afloren las dificultades y con valentía puedan cada día volver a empezar. Que cada tropiezo y caída sirva para volverse con mayor fuerza y confianza a los brazos de Dios, de la mano de la Madre y Reina desde su Santuario, y así puedan vivir ese: “Revístenos de Cristo, camino a Sión”
Sin duda alguna, sentimos que nuestra familia ha crecido, pues a todos y cada uno de ustedes ya los llevamos en el corazón como hijo!
Los acompañamos en la oración...
A la distancia, los acompañamos con nuestro cariño y cercanía espiritual, ofreciendo lo mucho que los extrañamos en forma de un desprendimiento alegre y respetuoso hacia al camino que han elegido. Cuentan con nosotros, y aunque a algunos pueda costarnos más tiempo que a otros aceptar y acompañar este camino, lo dejamos TODO EN MANOS DE NUESTRA MADRE, REINA Y EDUCADORA, Ella cuidará perfectamente de todas y cada una de sus familias y los acompañará a cada uno de ustedes a descubrir el querer de Dios para sus vidas. “Todo en Tus manos Madre” (J.K.)