El Santo Rosario del Bicentenario
Es evidente que la Virgen María tiene un afecto y un efecto especial sobre el pueblo paraguayo ya que según investigaciones somos hasta ahora la única nación que realizó una vigilia rezando y orando para festejar un Bicentenario. No cabe duda que fue el sueño de Dios, estamos seguros de que la Mater nos movilizó sin demora y en poco tiempo, estamos seguros de que Jesús estuvo no solo en el Sagrario de la Catedral Metropolitana sino que también estuvo con una sonrisa paseando en medio de los suyos lleno de amor y alegría por ver que todavía lo buscamos y que es posible generar espacios sanos para la oración hecha con amor en un mundo tan confundido como en el que vivimos.
Se rezaron los misterios gloriosos orando en cada uno de ellos por hitos en la historia de nuestra Patria y pidiendo en cada uno de ellos distintas bendiciones.
No dudamos que nuestras oraciones llegaron a Papá Dios, y que generoso Él como siempre seguirá derramando su Espíritu Santo sobre cada cristiano que lo busque de todo corazón para poder así ir cambiando a cada uno de nosotros y poder alcanzar una Nación más justa, una Nación libre de maldad y egoísmo, y así con el alma de nuestra alma poder ir edificando la Nación de Dios. Esta iniciativa que con poco tiempo de preparación llevó a tanta gente nos llama a no bajar nunca la guardia y seguir generando espacios con la Mater para Cristo, hay un mundo que tiene sed de Él y no deberíamos quedarnos quietos, "detenerse es retroceder" .
Ya está dicho pero vale la pena volver a decirlo no existe mejor forma de festejar algo que con Dios y la Virgen María, ya que la verdadera alegría se contagia, vivamos a pleno nuestra alianza de amor con María para servir de una mejor forma a la Santísima Trinidad ¡Felicidades Paraguay por tus 200 Años!