"Tu eres mi siervo en quien me gloriaré"
Este mes recordamos el día en que Nuestro Padre y Fundador desde la eternidad fue pensado por Dios Padre para transparentar su paternidad. Por su historia de vida sabemos que pudo descubrir la misión para la cual fue elegido, haciendo suyas las palabras proféticas de Isaías 49,1-3 que dice: “Jahveh desde las entrañas de mi madre recordó mi nombre… en la sombra de su mano me escondió; hízome como saeta aguda… me dijo: Tú eres mi siervo en quien me gloriaré”.
Estas mismas palabras el Padre José quiere que resuene en nuestra vidas, haciéndonos garantes de su misión, renovando nuestra Alianza de Amor con la Mater glorificar al Dios Padre viviendo la verdad, la justicia y el amor. “Ella nos conduce hacia la victoria sobre el demonio, el mundo y la carne” (P.K)
Acabamos de recordar, el 18 de octubre, un año más de aquella Alianza sellada con los primeros congregantes. Ahora nos toca agradecer una y otra vez ese paso que permitió y sigue permitiendo glorificar a Dios Padre en la tierra. Cómo hacerlo? Aprendiendo a valorar toda la inmensa riqueza que nos legara el Padre José. Esto nos permitirá dejar de lado nuestro argullo, egoísmo, demostrando que somos hijos fieles.
Si descubrimos como el Padre Kentenich, que vinimos al mundo con una misión específica y única porque Dios así lo quiso entonces podremos decir como él: “Cada acontecimiento de nuestra vidas es un saludo del Padre Dios; El viene cada día y para cada día”