Pastoral de la Esperanza

A fines del 2005, Víctor y Stella Domínguez, de la Obra Familiar de Schoenstatt de Paraguay, entonces Secretarios Ejecutivos de la Conferencia Episcopal Paraguaya teniendo de Obispo responsable a Mons. Claudio Jiménez, asistieron a un encuentro del Celam en Cochabamba, Bolivia, donde cada país aportó algo sobre el tema de Familias Irregulares. Con la mano en el pulso del tiempo y el oído en el corazón de Dios, se preguntaron: si Schoenstatt es para todos, ¿no tenemos que hacer algo también nosotros, desde la riqueza de nuestra espiritualidad, para estos hijos de Dios que se encuentran en esta situación? Compartieron su inquietud con el Movimiento. Desde hace dos años, la llamada "Pastoral de Esperanza" se sumó así a otras iniciativas dentro de lo que dan en llamar la Pastoral Familiar del Movimiento, junto con los talleres para novios, el servicio Acompañando, la Red de Santuarios Hogar y otras que tienen como fin primordial… ¡Salvar a toda costa las familias! - como urge Juan Pablo II.

imagebrowser image

(Para información

de la Pastoral de la

Esperanza, haga click aquí.)

 En mayo de 2006, con una linda charla del P. Antonio Cosp y la presencia de aproximadamente 30 parejas, se vio nacer este anhelo largamente soñado. Veían hacía tiempo, desde Schoenstatt, que era necesaria una pastoral evangelizadora para los hermanos que viven una situación particular por el rompimiento de sus vínculos matrimoniales.

La Pastoral de Esperanza quiere ser una respuesta de la Iglesia, que no puede permanecer indiferente a estas situaciones dolorosas, para que como Madre y Maestra, desde este espacio que están aprendiendo a construir, cumpla con su misión de conducir a la salvación a todos los bautizados.

¿Con qué espíritu trabajan con los separados en nueva unión?

Los mueve el anhelo de acogerlos desde la verdad, con respeto y calidez. Acompañarlos con esperanza a superar el duro impacto de una separación y asumir el desafío de construir sólidamente las bases de una nueva vida. Schoenstatt quiere mostrarles que siguen siendo hijos de Dios como antes del rompimiento y que la actitud de hijos que se saben amados les ayudará a experimentar un perdón sanador y les abrirá caminos inéditos de crecimiento espiritual.

La PE no asume roles de mediación o negociación de conflictos, ni pretende constituirse en una terapia de parejas.

Como Movimiento eclesial comprometido con la misión de construir familias a imagen de Nazaret, quieren hacerse eco de lo que Juan Pablo II - en su Encíclica Familiaris Consortio Nº 65 - nos urge: "La solicitud pastoral de la Iglesia no se limitará solamente a las familias cristianas más cercanas, sino que, ampliando los propios horizontes en la medida del corazón de Cristo, se mostrará más viva aún hacia el conjunto de las familias en general y en particular hacia aquellas que se hallan en situaciones difíciles o irregulares. Para todas ellas la Iglesia tendrá palabras de verdad, de bondad, de comprensión, de esperanza, de viva participación en sus dificultades a veces dramáticas; ofrecerá a todos su ayuda desinteresada, a fin de que puedan acercarse al modelo de familia que ha querido el Creador desde el principio y que Cristo ha renovado con su gracia redentora".

¿Y qué hacen?

Para que los separados en nueva unión experimenten de manera concreta lo que la Iglesia enuncia, les han ofrecido durante este primer año un ciclo de encuentros formativos y vivenciales mensuales, donde a través de diversos temas han trabajado en el fortalecimiento de su fe cristiana y de sus roles de pareja y padres.

También, a fin de octubre del año 2007 se llevó adelante el primer RETIRO ESPIRITUAL EN TUPARENDA. El mismo era abierto para todos aquellos SEPARADOS EN NUEVA UNIÓN independientemente que hayan o no participado de los encuentros mensuales del año. En este retiro quieren que las parejas experimenten las Recomendaciones del Pontificio Consejo para la Familia (14 de marzo de 1997): "Háganles saber a estos hermanos nuestros que la Iglesia los ama, no está alejada de ellos y sufre por su situación. Los divorciados y vueltos a casar son y siguen siendo miembros suyos porque han recibido el bautismo y conservan la fe cristiana".

Esos dos días fueron para estas parejas una bendición más que especial, una oportunidad de volverse a sentir hijos amados de Dios y de la Mater.

Contactos:

 Para interiorizarse más de la Pastoral de la Esperanza puede ingresar en los diferentes links:

 www.schoenstatt.org.py/articulo/balsamo-en-las-heridas

www.schoenstatt.org.py/articulo/familiaris-consortio

Tabs

por P. Juan Pablo Cattogio
por P. Tommy Nin Mitchell
por Movimiento Apostólico de Schoenstatt

Si ud. es administrador del sitio, puede ingresar haciendo click aquí.